¿Está «Verónica» basada en una historia real?
Desde su estreno, «Verónica» se ha ganado el título de una de las películas de terror más aterradoras del cine español reciente. Dirigida por Paco Plaza (co-creador de REC), esta historia de posesiones demoníacas y Ouijas malditas ha dado mucho de qué hablar… sobre todo por una afirmación escalofriante: está basada en hechos reales.
¿Pero qué tan cierto es eso? ¿Realmente hubo una adolescente en Madrid que murió tras invocar espíritus? ¿O es solo una estrategia de marketing para meternos más miedo en el cuerpo?
¿En qué se basa «Verónica»? La historia real que inspiró la película

La cinta toma su inspiración del llamado «Expediente Vallecas», un caso documentado por la policía española en 1991. En el centro de esta historia estaba Estefanía Gutiérrez Lázaro, una joven de 18 años que vivía con su familia en el barrio madrileño de Vallecas, concretamente en el número 8 de la Calle de Luis Marín (Puente de Vallecas, Madrid).
Según múltiples relatos, Estefanía habría participado en una sesión de Ouija en su colegio para contactar con el novio de una amiga fallecido en un accidente de moto. Algo salió mal: una profesora las interrumpió, rompió la tabla, y a partir de ahí todo se volvió extraño.
La chica empezó a sufrir convulsiones, alucinaciones y episodios violentos que nadie podía explicar. Su salud mental y física se deterioró rápidamente, y ni médicos ni psicólogos lograban diagnosticarla. Seis meses después, murió en circunstancias misteriosas en el Hospital Gregorio Marañón.
La pesadilla no terminó con su muerte
Tras la muerte de Estefanía, su familia aseguró que fenómenos paranormales comenzaron a manifestarse en su casa: objetos que se movían solos, sombras, voces, ráfagas de aire helado… incluso llegaron a decir que vieron a una figura oscura flotando en el pasillo.

En noviembre de 1992, la familia llamó a la policía. El inspector jefe, José Pedro Negri, acudió al domicilio y redactó un informe que aún hoy es motivo de controversia. En él dejó constancia de que presenció hechos inexplicables: puertas que se abrían solas, marcas en las paredes, sonidos sin origen claro…
Este informe policial es lo que le da al caso ese aura de legitimidad. Aunque muchos expertos lo han puesto en duda, es una pieza clave en el mito que rodea al caso Vallecas y, por extensión, a Verónica.
¿Qué tan fiel es *Verónica* al caso real?
La película se inspira claramente en el caso Vallecas, pero no es una recreación exacta. Cambian nombres, edades, escenarios… incluso se añaden elementos que nunca ocurrieron, como el eclipse solar.

Aun así, el corazón de la historia permanece: una adolescente que juega con lo oculto, una muerte inesperada, y una familia enfrentándose a lo imposible. Lo que más impacta es la atmósfera, no los hechos.

El director, Paco Plaza, decidió no mostrar al demonio. ¿Para qué? Según él, lo verdaderamente aterrador es lo que no se ve: el dolor, la incertidumbre, la sensación de que algo invisible te destroza desde dentro.
¿Es uno de los casos paranormales más documentados?
Muchos lo consideran así, sobre todo porque existe un informe policial real que menciona fenómenos extraños en la casa. Pero otros creen que fue una mezcla de sugestión, duelo y prensa amarilla.
Desde luego, no hay pruebas científicas de actividad paranormal. Aun así, el caso ha calado tan hondo en la cultura popular que la tumba de Estefanía aún recibe flores, y la gente sigue hablando del piso de la Calle Luis Marín, 8.
Entonces… ¿Verónica es real?
Digamos que está inspirada en una historia real, pero adaptada al lenguaje del cine. No ocurrió así, pero podría haber ocurrido. Y esa duda es justo lo que la hace tan inquietante.
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