Momentos más tristes del anime Pokémon que aún duelen
Hay animes que nos hacen reír, otros que nos motivan, y luego está Pokémon… que nos hizo llorar más de una vez, aunque nadie nos lo advirtió. Para muchos de nosotros, Pokémon no fue solo un dibujo animado, sino parte de la infancia: nos acompañó después del cole, durante los fines de semana, y muchas veces incluso nos enseñó sobre amistad, despedidas y crecer. Pero también, a lo largo de sus más de mil episodios, nos dejó momentos tan duros emocionalmente que se nos quedó un nudo en la garganta.
¿Quién no se sintió destrozado viendo cómo Ash dejaba atrás a Butterfree? ¿O cómo Pikachu se sacrificaba por sus amigos sin dudarlo? Hay escenas que, aunque pasen los años, siguen doliendo. En esta lista recopilamos los momentos más tristes del anime Pokémon —aquellos que nos rompieron el alma en mil pedazos y que, honestamente, todavía no superamos.
La despedida de Butterfree – El primer corazón roto

No hay fan de Pokémon que no recuerde este episodio. Fue la primera gran despedida de Ash, y para muchos de nosotros, la primera vez que entendimos que en este mundo —y en la vida— no siempre todo es para siempre. Ash libera a su Butterfree para que pueda estar con una Butterfree rosa y formar una familia. Hasta ese momento, nunca habíamos pensado que un entrenador pudiera dejar ir a su Pokémon por amor.
La forma en que Butterfree duda al principio, cómo Ash contiene las lágrimas mientras le dice adiós, y ese momento final en el que agita la mano con una sonrisa falsa… ufff. Aunque sabíamos que era lo correcto, nos rompió por dentro. La música, los silencios, la forma en que Pikachu lo mira —todo estaba diseñado para hacernos llorar. Y lo lograron.
Bye Bye Pikachu – Cuando el corazón no aguanta más

Este episodio, aunque al final no termina en una verdadera despedida, nos hizo creer por casi 20 minutos que Ash iba a dejar a Pikachu. ¿La razón? Se encuentra con una comunidad de Pikachus salvajes y piensa que su compañero estaría más feliz con los suyos. ¿¡Qué clase de tortura emocional es esa!?
Ver a Pikachu jugar feliz con los otros, mientras Ash se esconde detrás de un árbol y dice que no puede mirar… es un puñetazo directo al alma. El momento donde Ash recuerda todo lo que han vivido juntos, mientras la lluvia cae y suena esa música tan nostálgica… No importa cuántas veces veas ese episodio, siempre duele igual. Al final Pikachu corre tras él, porque claro que sí, ¡Pikachu no se va con nadie más! Pero el trauma ya quedó.
La muerte (temporal) de Ash – Sacrificio total en la primera película

La primera película de Pokémon nos golpeó como un tren emocional. No estábamos preparados. Ash, tratando de detener la pelea entre Mew y Mewtwo, se lanza al medio del combate y queda petrificado. No muerto exactamente… pero sí convertido en piedra. Y lo que sigue es quizás una de las escenas más icónicas del anime.
Todos los Pokémon empiezan a llorar. No pelean, no gritan, no atacan. Solo lloran. Y esas lágrimas —sí, lágrimas de Pokémon— devuelven a Ash a la vida. Fue una escena tan simbólica, tan intensa emocionalmente, que incluso los adultos en el cine lloraban. Era una forma de decirnos que las emociones puras, como el amor y la tristeza, pueden sanar incluso lo imposible.
Desde entonces, muchos fans consideran ese momento como una de las cumbres emocionales de toda la franquicia. Porque sí, Ash vuelve. Pero nosotros… no fuimos los mismos después de eso.
El adiós de Greninja – Cuando el deber llama

Greninja fue, sin duda, uno de los Pokémon más cool y queridos del equipo de Ash. Su vínculo especial, esa transformación tipo «Ash-Greninja», y su papel clave en Kalos lo convirtieron en un favorito absoluto. Pero justo cuando todos pensábamos que seguiría a su lado… llega el golpe.
Greninja decide quedarse en la región para ayudar a Zygarde a proteger el ecosistema de unas raíces misteriosas. Ash lo acepta —como siempre hace— con una mezcla de orgullo y dolor. Pero se nota que no quería separarse. Nadie quería.
La despedida es sobria, pero intensa. Sin tantas lágrimas, pero con ese silencio cargado de emociones no dichas. Fue una pérdida dura para los fans, porque Greninja no solo era fuerte, era parte del alma del Ash de Kalos. Hasta hoy, muchos siguen esperando su regreso.
La despedida final de Ash – El cierre de una era

Después de más de 25 años en pantalla, el anuncio de que Ash Ketchum se retiraría como protagonista fue como una puñalada para toda una generación. El episodio final de su viaje, en el que simplemente vuelve a Pueblo Paleta y decide seguir siendo «entrenador Pokémon», fue dulce y simple… pero absolutamente devastador.
No hubo drama exagerado. No grandes batallas. Solo Ash caminando, recordando momentos, viendo a sus antiguos Pokémon, y tomando la decisión de que su aventura aún no termina, aunque para nosotros sí. La última escena, con el logo clásico y esa frase: «Con este nuevo día, comienza otra aventura…» fue el cierre perfecto. Y a la vez, un adiós que nos rompió.
Ver partir a Ash no fue fácil. Él no solo fue el protagonista de un anime: fue parte de nuestra infancia, de nuestros juegos, de nuestras ilusiones. Y aunque ahora hay nuevos héroes como Liko y Roy, para nosotros, Ash siempre será el entrenador eterno.
Pokémon nos enseñó a llorar… y a crecer
Sí, Pokémon es sobre criaturas adorables, batallas y aventuras. Pero también es un anime que supo transmitir emociones reales, dolorosas, profundas. Nos enseñó que decir adiós duele, que crecer implica pérdidas, y que el amor —ya sea entre humanos o Pokémon— siempre vale la pena.
Quizás por eso, tantos años después, seguimos hablando de estos momentos. Porque no fueron solo escenas tristes. Fueron lecciones de vida. Y aunque nos rompieron el corazón, también nos lo hicieron más grande.