Orange: el anime imperfecto que toca el alma
El anime puede ser complicado, por decir lo menos. Hay infinidad de series extraordinarias, otras bastante mediocres y algunas que, de forma curiosa, son ambas cosas al mismo tiempo. Estos animes que oscilan entre lo bueno y lo malo quizá no estén en la cima de ninguna lista recomendada, pero eso no significa que no valga la pena verlos.
Un anime no necesita ser un 10 sobre 10 para ser disfrutable. A veces, una serie que ronda un 6 o 7 tiene momentos únicos, personajes entrañables o premisas que atrapan, lo suficiente como para dejar huella. Aunque no son títulos que recomendarías de inmediato a alguien nuevo en este mundo, estos animes “fallidos con encanto” logran provocar algo: emoción, nostalgia o reflexión. Puede que te dejen preguntándote por qué los viste… pero rara vez te harán arrepentirte.
Orange: cuando el drama adolescente se cruza con la salud mental

Animado por Telecom Animation Film y basado en el manga de Ichigo Takano, Orange es una de las series de anime más sensibles y acertadas sobre salud mental. La historia sigue a cinco estudiantes de preparatoria que conocen a un nuevo compañero: Kakeru. El grupo lo acoge con cariño y rápidamente se forma una amistad cercana.
Pero entonces… boom: a cada uno de los cinco amigos les empieza a llegar una carta del futuro. Sí, del futuro. Escritas por sus propios “yo” de mañana, las cartas les advierten algo que nadie quiere escuchar: Kakeru podría quitarse la vida. A partir de ahí, se desata una carrera contra el tiempo —pero también contra la culpa, el miedo, el “y si hubiera dicho algo”. Todo ese peso emocional que, seamos honestos, muchos hemos sentido alguna vez en la adolescencia.
Orange trata ese tema durísimo del suicidio adolescente con una sensibilidad brutal. No lo romantiza ni lo esconde. Lo enfrenta con cariño, con humanidad. Los personajes son de esos que te los llevas en el corazón, y la historia, aunque tiene su sombra, está escrita desde un lugar esperanzador. ¿El mensaje? Hay que hablar de lo que nos duele. Hay que romper el silencio.
Un detalle que empaña la historia

¿Por qué vale la pena ver estos animes imperfectos?
Series como Orange nos recuerdan que el anime, como cualquier otro medio artístico, no necesita ser impecable para tocar temas significativos y conectar emocionalmente con su audiencia. A veces, en medio de un guion flojo o una decisión extraña, hay escenas que se quedan contigo para siempre.
Ver un anime “fallido pero fascinante” es como encontrar belleza en una pintura inacabada. No es el trazo perfecto lo que te conmueve, sino el intento, la emoción, la intención detrás. Y en eso, Orange y otras series similares tienen mucho que ofrecer.
Desde mi perspectiva, este tipo de series abren espacio para el debate y la empatía. Nos invitan a entender que la perfección no es el único camino hacia el arte memorable. A veces, lo imperfecto es más humano, más honesto y, por lo tanto, más valioso.