¿Por qué Ellie no perdonó a Joel en The Last of Us?
Cuando hablamos de The Last of Us, no se trata solo de otra serie postapocalíptica llena de zombies y tiros a la cabeza. No, esto va mucho más allá. Es una historia que te pega directo en el pecho — cruda, incómoda, con personajes rotos que cargan con más cicatrices emocionales que físicas. Es de esas series que no te suelta. Y en el centro de todo… están Joel y Ellie. Esa relación tan jodidamente intensa, tan complicada, que casi se siente como el corazón del mundo que se está cayendo a pedazos a su alrededor.
Y hay una escena, una pregunta, que se quedó dando vueltas en la cabeza de muchos fans —me incluyo—: ¿por qué Ellie no lo perdonó? O sea, después de todo lo que pasaron, de todo el dolor compartido, ¿cómo es que esa última conversación suena tan… amarga? Tan definitiva. Como si no hubiera vuelta atrás. ¿Qué pasó ahí, de verdad?
Vamos a desmenuzar esa herida abierta, pero también a explorar cómo esta elección narrativa transformó a The Last of Us en una de las historias más potentes del medio.
El gran secreto: ¿Qué hizo Joel?

Si viste la primera temporada o jugaste el videojuego original, ya sabés el giro que cambia todo: Joel, al final de la historia, salva a Ellie de una operación que podría haber producido una cura contra el Cordyceps… pero que también la habría matado. Y no solo eso: le miente. Le dice que había más inmunes como ella y que la cura era imposible. ¿Suena noble? Tal vez. ¿Suena egoísta? También.
Joel decide que no puede perder a Ellie como perdió a su hija, Sarah. La ama como a una hija y no soporta la idea de sacrificarla, ni siquiera por la humanidad. Pero el precio de esa decisión no es solo físico: es emocional. Es una traición silenciosa.
Ellie lo sospechaba… siempre lo supo

La serie deja claro que Ellie intuye la verdad desde mucho antes. Esa desconfianza, esa incomodidad cada vez que Joel cambia de tema o se pone a la defensiva… son señales. Y cuando finalmente se lo confirma, ya es tarde.
En el fondo, Ellie está rota. No solo porque su vida perdió propósito, sino porque fue usada, manipulada, incluso por la persona en la que más confiaba.
¿Qué significa el perdón para Ellie?

Para Ellie, el perdón no es solo una palabra bonita. Es un proceso. Y en su última conversación con Joel, ella no le dice “te perdono”. Le dice algo mucho más honesto, mucho más humano: “No sé si puedo perdonarte… pero quiero intentarlo.”
Esa línea duele. Porque nos habla de una herida que todavía sangra. De una grieta que quizás, algún día, podría cerrarse… pero que aún está abierta.
Ellie no tuvo tiempo. Esa conversación fue la última. Y es ahí donde la tragedia se vuelve perfecta: el intento de perdón queda incompleto. Nunca sabremos si lo habría logrado.
La decisión narrativa más arriesgada
Neil Druckmann y Craig Mazin sabían que este momento iba a dividir opiniones. Pero también sabían que era la esencia del relato.
The Last of Us no es una historia de héroes y villanos. Es una historia sobre lo difícil que es vivir con las decisiones. Sobre el precio del amor y del egoísmo. Sobre el duelo, el trauma, y sí, sobre el perdón… o la imposibilidad de alcanzarlo.
Joel no es un monstruo. Pero tampoco es un salvador. Es humano. Y Ellie, también.
¿Y vos? ¿Lo habrías perdonado?
Esa es la gran pregunta que nos deja esta historia. Porque todos tenemos un Joel en nuestra vida. Alguien que nos lastimó creyendo que nos salvaba. ¿Qué haríamos nosotros? ¿Perdonaríamos? ¿Intentaríamos?
Tal vez por eso esta serie nos toca tan profundo. Porque en medio de los hongos mutantes y el apocalipsis, lo que realmente importa no es quién sobrevive… sino cómo.
Reflexión final: El perdón no siempre llega a tiempo
La última escena entre Ellie y Joel no es solo el cierre de una historia. Es una fotografía de lo que pudo haber sido. Y eso es lo más trágico: el perdón que no llegó, la paz que no tuvo lugar, el amor que no alcanzó a sanar.
Porque a veces, lo que más duele… es lo que queda sin decir.